jueves, 1 de diciembre de 2016

Equinoccio de otoño


Mariposa de otoño. Pablo Neruda

La mariposa volotea
y arde —con el sol— a veces.
Mancha volante y llamarada,
ahora se queda parada
sobre una hoja que la mece.





Me decían: —No tienes nada.
No estás enfermo. Te parece.
Yo tampoco decía nada.
Y pasó el tiempo de las mieses.



Hoy una mano de congoja
llena de otoño el horizonte.
Y hasta de mi alma caen hojas.

Me decían: —No tienes nada.
No estás enfermo. Te parece.





Era la hora de las espigas.
El sol, ahora,convalece.

Todo se va en la vida, amigos.
Se va o perece.
Se va la mano que te induce.

Se va o perece.





Se va la rosa que desates.
También la boca que te bese.
El agua, la sombra y el vaso.
Se va o perece.



Pasó la hora de las espigas.
El sol, ahora, convalece.
Su lengua tibia me rodea.
También me dice: —Te parece.




La mariposa volotea,
revolotea,
y desaparece.


Cécile Louise Stéphanie Chaminade. "Automne". 


4 comentarios:

  1. Las fotos son preciosas, pero las pinturas me gustan aún más. Poco que añadir de la música y la poesía. Neruda es Neruda. A la compositora no la conozco, pero me recuerda algunos en elgunas frases a Chopin.
    Maravilloso. Últimamente te prodigas poco por el blog, pero cuando lo haces es todo un lujo.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  2. Gracias, Rosa. Es verdad, llevo un tiempo apartado de las redes. Tú siempre me juzgas bien.

    ResponderEliminar
  3. Hola Manuel, un recorrido otoñal muy bello, lleno de sensibilidad.
    Gracias. Y me alegro de leerte de nuevo.
    Besos.

    ResponderEliminar

Los comentarios siempre son bienvenidos y me ayudan a mejorar el blog