Quiero recordar a dos pintores, que no
llamaré olvidados en general, pero que sí lo eran para mí. Siempre, en la música,
en la pintura o en cualquier otra manifestación artística, habrá grandes
artistas eclipsados por otros que, sin ser necesariamente mejores, alcanzan la
fama. Y la fama o el éxito, como todo el mundo sabe, dependen a veces de circunstancias
que tienen poco que ver con el mérito artístico. Yo había olvidado o ignoraba
que existieran Derain y Macke, pero la reproducción de algunos de sus cuadros en caratulas de disco despertó mi atención. Este tardío descubrimiento me causó un fuerte
impacto, hasta el punto que me he atrevido a copiar cuadros suyos. (Puede que suba las
copias algún día). Hoy recordaré al primero de estos pintores.
André Derain. Charing Cross Bridge (Oleo sobre lienzo)
André Derain (1880 - 1954) fue, junto con
Matisse y Vlamink, uno de los creadores del fauvismo. En 1905 dichos pintores exhibieron por primera vez sus obras en
el Salón de Otoño, junto a sus colegas Rouault, y Henri Charles Manguin. En la
misma exposición había una escultura renacentista, lo que hizo exclamar a un crítico:
Mais c'est Donatello parmi les fauves! (Pero
es Donatello entre las fieras). A Derain y sus amigos no les molestó que
los llamaran fauves y lo adoptaron
como nombre para su estilo. El fauvismo, por encima de todo, daba importancia
al color, aunque se descuidaran aspectos básicos de la pintura como el trazo o
la perspectiva. La trayectoria artística de André Derain fue muy extraña: en 1908, sin explicar a nadie por qué, destroza sus obras y se
dedica a pintar paisajes similares a los de Cézanne. Y más adelante, en
1916, retrocede aún más e imita el dibujo clásico de Emille Corot. Su vida fue
también complicada. Durante la Segunda Guerra Mundial, contemporizó con los
nazis y el gobierno de Vichy, por lo que tuvo que afrontar acusaciones de
colaboracionismo al final de la guerra. Murió en 1954 atropellado por un camión.
(Fuente: Wikipedia)