sábado, 25 de julio de 2015

Las mejores películas

"El mundo en sus manos" (Raoul Walsh, 1952)

Los medios nos ofrecen, de vez en cuando, una lista de las 10 mejores películas de la historia, elaboradas con un criterio de selección muy variado: pueden reflejar una votación popular, la estimación de los críticos, la de un grupo de directores, etcétera. Estas listas difieren casi siempre unas de otras, y la misma clasificación varía de un año a otro; pero también suele ocurrir que dos o tres películas coincidan en casi todas las clasificaciones. Por ejemplo, "Ciudadano Kane" ha sido durante años la mejor película de la historia, y a veces me he preguntado si se debía a sus indudables valores cinematográficos, o a que los confeccionadores no se atrevían a quitarla de las listas. 

En los años 60, por poner otro ejemplo, dentro de los entornos culturales,  nadie se atrevía a menospreciar el cine de Ingmar Bergman -una mezcla de surrealismo y filosofía críptica-, devoción que se ha diluido con el paso del tiempo. A quien esto escribe no le duelen prendas en reconocer que en su día militó entre los adoradores de Bergman. "Casablanca" (Michael Curtiz, 1942), película mítica donde las haya  y presente en casi todas las listas, fue, en principio, un film propagandístico, ya que se rodó en plena guerra. Los guionistas no se entendían entre sí, ni el director con ellos, por lo cual la acción de la película cambió de sentido varias veces, hasta el punto que  Bogart y Bergman no supieron hasta el último momento si al final se iban juntos o Rick se quedaba. Esta obra, bien valorada en su momento, cayó en el olvido hasta que en los años 60-70 se convirtió en una película de culto y sigue siéndolo en nuestros días. Contribuyó a ello que Woody Allen le hiciera un homenaje en "Sueños de seductor".

¿Quiere esto decir que, a pesar de las discrepancias, hay películas inmortales que no envejecen con el tiempo? Yo diría que hay obras que han conseguido conmover a sucesivas generaciones, pero creo que el motivo de admiración ha sido diferente en cada generación. Aunque haya sentimientos universales y posiblemente intemporales como los arquetipos que expresaron Sófocles o Shakespeare, la forma de vivir estas sensaciones cambia con el tiempo y con la expansión de la cultura. Y muchas veces esta translación se hace con acierto, como, por ejemplo, la actualización del tema de Romeo y Julieta en la película "West side story". 

Pero lo que no entiendo es la idolatría indiscutible de la que gozan algunas películas, fomentada por críticos pedantes que temen ser tachados de incultos. Hace años fui a ver "El acorazado Potemkin", convencido de que no haber visto esa película era un pecado mortal para un cinéfilo. No dije entonces pero digo ahora, que el film ruso no me produjo ni frío ni calor; ni siquiera la archiconocida secuencia de la escalinata de Odessa me pareció tan magistral, y desde luego menos divertida que el remake de Brian de Palma en "Los intocables de Elliot Ness". Un ejemplo más moderno es "Vértigo", de Alfred Hitchcock, película a mi juicio sobrevalorada, llena de trampas e inconsistencias, que no hubiera alcanzado el Olimpo de no haber sido santificada por Truffaut. La película "Matar un ruiseñor" (Robert Mulligan, 1962) y la novela homónima de Harper Lee, en la que se inspira el film, tuvieron un éxito arrollador porque salieron a la luz en el momento álgido de la defensa de los derechos civiles en EEUU. Si "Matar un ruiseñor", la película, sigue pareciéndome excelente, no es porque sea anti racista, sino por los valores humanos que encarna y la descripción maravillosa de la niñez en un pueblo perdido. (Lo que han hecho ahora con el libro de Harper Lee, publicando un infumable refrito, es de juzgado de guardia).


El cine, como la literatura, la pintura  o cualquier forma de arte, puede producir obras maestras, pero esto solo sucede si, en cada momento del tiempo, esa obra consigue conmover a diferentes personas con diferentes formas de enfrentar el mundo.

7 comentarios:

  1. Muy de acuerdo contigo. Tampoco soporto "El acorazado..." y me parece mucho mejor la escena en la estación de "Los intocables...".
    Por cierto el otro día volví a ver "Terciopelo azul" por tercera vez y por fin, me atreví a decir que es un rollo incuestionable. Nunca me gustó mucho, pero todos a mi alrededor la calificaban de obra maestra y yo, como algunos críticos, no quería que me tacharan de inculta. Ahora, una tiene una edad y no está para bobadas.
    Acabo de empezar a leer el "refrito" de Harper Lee, aún no me he formado una opinión, pero uno de mis miedos es que como dices, sea infumable. "Matar un ruiseñor" me parece un libro mítico.
    Un saludo.

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  2. Me encanta tu comentario, Rosa, porque ya está bien de mitificaciones. Sin embargo, habrá películas que recuerdes de tu infancia o tu adolescencia, que sin estar en esas famosas listas, seguirán siendo para ti maravillosas.

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  3. ¿"Ve y pon un centinela" es un refrito infumable? Aún no la he leído, porque continúo impregnada del encanto de Scout niña y del atractivo de Atticus y no quiero que se me desdibujen aún. Rosa, cuando la termines, cuéntanos, por favor, que de ti me fío.
    En cualquier caso, todo eso de "las diez mejores películas / novelas / lo que sea" es algo bastante huero, ¿no? A lo mejor solo serviría una lista de "mis mejores diez películas, novelas, etc. en este preciso momento: dentro de un rato pueden variar". Y eso, solo para aquellos capaces de elaborar una lista semejante, entre los que no me encuentro.
    Venga, valientes: ¿cuáles son vuestras diez mejores películas en este momento?

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  4. Hablando de películas de infancia que no están en las listas, tengo "Sonrisas y lágrimas". Hoy la mayoría de los críticos la consideran una obra ñoña, pero para mi es equivalente a "Matar un ruiseñor" en cine. Fue la primera película que recuerdo haber visto, digamos seria. Hasta entonces solo Walt Disney y alguna de Marisol. La vi con cinco años y me impactó. Y me sigue emocionando cada vez que la veo. No entro a calificarla. Sé que para mí, todo acerca de ella es subjetivo. Ahí acaba la comparación con "Matar un ruiseñor" (primer libro, primera película. a la que considero una de las obras claves del siglo XX.
    Ya os diré Carmen, por supuesto, que me ha parecido esta segunda parte que, al parecer, fue la primera.
    Un saludo.

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  5. No he leído, ni pienso leer, "Ve y pon un centinela", pero he leído críticas sobre el libro. He dicho que me parece infumable por varias razones: la primera, que es un montaje comercial del señor Murdoch. Rescatar un manuscrito que la autora no publicó hace más de 60 años, autora de cuyas facultades mentales en la actualidad hay dudas, me parece de un oportunismo detestable. La segunda razón, para mí la más importante, es que no quiero ver a un Atticus Finch amargado y racista o a Scout con 20 años más. "Matar un ruiseñor" es como es y es un sacrilegio tocarla. No me importa nada que el nuevo libro se ajuste más a la realidad, no me hace ninguna falta la realidad en "Matar un ruiseñor", como no la necesito en "Cien años de soledad". Como dijo JRJ: "No la toquéis ya más, etcétera".

    En cuanto al desafío de Carmen sobre las 10 películas, lo acepto y para mayor difusión lo haré en fb. A ver quién me sigue.

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  6. Creo que las listas de los 5/10 mejores películas, libros, canciones... etc. obedecen muchas veces a criterios que no coinciden para nada con nuestra percepción sobre ellos cuando las vimos/leimos/escuchamos en su momento.Aprendí el hábito de la lectura como un placer y como una ventana abierta a otros mundos y personajes. Ir al cine, igualmente fue siempre un placer, un aprendizaje, un asomarme por la ventana de otras historias, pero también aprendí a dejar un libro a medio leer porque me parecía infumable, sin ningún cargo de conciencia. Y a decir que una película no me gustaba o no me había enterado de nada al salir del cine. Total, no soy crítica profesional, no siento presión alguna y mi opinión no tiene mayor difusión que el círculo de amigos que me acompañan en ese momento...pero es verdad que hay películas consideradas "de culto" sobre las que en su momento era difícil emitir un juicio negativo.
    Por favor, que no toquen a Atticus Finch, porque pervive en mi memoria como un héroe anónimo, sobrecargado de trabajo y de niños inocentes y "Matar un ruiseñor" es una película maravillosa. Y que nadie toque a Jack Lemmon en "El apartamento", que recupera por amor y con mucha ternura la dignidad perdida, y es una gran historia. Gracias Manuel, me gustó mucho el post y coincido contigo en que las grandes obras conmueven a diferentes personas con diferentes formas de ver el mundo.

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  7. Vaya, Pepa, has citado dos de mis películas favoritas. Hace poco pedí en Facebook una lista de 10 películas, no las mejores de la historia, sino las 10 que en ese momento nos parecían favoritas, y que a lo mejor dentro de una año podían ser otras. Esta fue mi lista:
    El padrino
    12 hombres sin piedad
    La ley del silencio
    Los 400 golpes
    Casablanca
    Matar un ruiseñor
    El apartamento
    El tercer hombre
    El espíritu de la colmena
    De aquí a la eternidad

    Naturalmente solo era un juego, pero coincido contigo en que Matar un ruiseñor y El apartamento siempre estarán grabadas en mi memoria. Si digo que ahora no se hace tan buen cine como antes, me van a llamar viejo, pero como lo soy, no me importa. Pero creo realmente que las actuales técnicas digitales y los espectaculares efectos técnicos, convierten muchas películas en un videojuego. Antes se hacía un cine más artesanal y, a falta de medios técnicos, se profundizaba más en el aspecto humano de la historia. Tal vez por esta razón, esas dos películas que destacamos, nunca dejarán de ser inmortales.
    Gracias, Pepa, tu reflexión es certera.

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