sábado, 4 de julio de 2015

Fotos Históricas (Fin de la Segunda Guerra Mundial)

























4 comentarios:

  1. Cuántas emociones distintas, qué vértigo. Hay que contemplar despacio cada una de las imágenes, caerse dentro, aunque algunas son como abismos. Una nota aparte: las fotografías en blanco y negro hacen más pasado el pasado y son más intensas. El color, de algún modo, banaliza, pero también inquieta porque te hace darte cuenta de que todo lo que ves no se desarrolla en un mundo aparte ni tan remoto como podríamos desear. No puedo imaginar el azul del cielo sobre un campo de exterminio. No sé si ese azul pudo ser consuelo o una herida mayor. Pero me pierdo. Son unas imágenes excelentes, terribles.

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  2. Tu comentario me sugiere una reflexión: el blanco y negro en la fotografía no ha envejecido; es más, una buena fotografía en blanco y negro es, a día de hoy, más artística que otra en color.Y lo demuestra que los grandes fotógrafos (Helmut Newton, Cristina Rodero) siguen empleando el blanco y negro en sus creaciones.Es como si siguiéramos volando en aviones de hélice o usando locomotoras de carbón. Todo esto es muy sorprendente porque, aunque la vida es en color, parece como si en la fotografía se hubiera llegado a una expresión plástica insuperable, que no ha sido perturbada por el progreso. En menor medida ocurre también con el cine

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  3. Estoy de acuerdo contigo, Carmen. Quién quién ouede imaginar el horror de los campos en color? Tal vez sea porque siempre los vimos en todos los tonos de grises, pero yo no los puedo imaginar de otra forma. Incluso el recuerdo que tengo de mi visita a Dachau o Auschwitz, es en blanco y negro.
    Y de acuerdo también contigo, Manuel: una foto en blanco y negro, es insuperable. En las fotos en colr, el propio color nos distrae, crea como una cortina que no nos deja apreciar lo que verdaderamente importa en una foto, que es la luz (aparte del encuadre, claro), esa luz que se aprecia denuda de todo artificio en la sobriedad del blanco y negro.
    Me gusta tu blog. Te seguré.

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  4. Gracias por tu comentario, Rosa, que coincide con lo que hemos expresado Carmen y yo. Como dice Carmen, el color banaliza la imagen, la convierte en una tarjeta postal. Esto es más evidente en el retrato.

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