viernes, 3 de octubre de 2014

Comentario

Les aseguro que de lo que más me gusta hablar aquí es de cantantes famosos, como ayer, o de pintores, escritores, científicos, en fin, de gente que contribuye a la cultura y a la solidaridad, a la que admiro o he admirado en algún momento; y también, a veces, de personas con las que discrepo, siempre con respeto y sin acritud, aunque si se trata de políticos (no todos) ese elemental respeto sea más difícil de mantener. Uno lee la prensa y raro es el día que no encuentra algo irritante, o curioso, o amenazador, que procura soslayar, en la medida de lo posible, por su propia estabilidad mental, en primer lugar, y porque nos importa un bledo que metan en la cárcel a la Pantoja o hayan descubierto la corruptela de cada día. Pero lo que ha dicho hoy la presidenta del Círculo de Empresarios, Mónica Oriol, le revuelve a uno las tripas, en sentido literal, y aunque una réplica contundente a esta señora (?) debería tener una mayor difusión -un twit, una condena en Facebook, una carta al director, etc- y no la que tiene un blog tan minoritario como este, me van a perdonar que exprese lo que me sugiere esta noticia.
Frases que ha dicho ahora la Oriol (si decimos la Pantoja, por qué no vamos a decir la Oriol): "Prefiero contratar a una mujer de más de 45 o de menos de 25 años para evitar "el problema" de que se quede embarazada". "El sacrificio [de la mujer] para llegar a un puesto directivo tiene un precio: o te casas con un funcionario o tienes un marido al que le encantan los niños".
Frases que dijo en un momento anterior a propósito del salario mínimo: "Te obligan a pagar un sueldo a estos jóvenes aunque no valgan nada". "Hay que darles un dinero que no producen. "Es necesario dar a gente desigual un trato desigual, de manera que el SMI solo se aplique a los trabajadores con una cierta formación. Así, no se aplicaría el salario mínimo hasta que no produzcan lo que cuestan".
No aplicaré a la Oriol los adjetivos que le vienen a uno a la mente -se los pueden imaginar- y que a buen seguro menudearán en las redes y en la prensa escrita. Solo diré que es infrecuente encontrar a alguien que destile una estulticia tan sofisticada, una ignorancia de lo solidario tan asombrosa y un funcionamiento neuronal tan atrabiliario que se podría situar, en la escala evolutiva, por detrás de los grandes simios. Un castizo daría una explicación más mundana: Esta señora no ha tenido muchos coitos satisfactorios.
No renuncio a contar aquí el comentario de Susanna Griso en Antena 3. Informó primero que Miriam Clegg, la esposa del viceprimer ministro británico, Nick Clegg, vallisoletana de procedencia, pedía la palabra en una conferencia de su marido y dejaba atónito al personal con su intervención: "Esos hombres que tratan a las mujeres como iguales son los que más cojones tienen [the ones with most cojones]".  A continuación Susanna Griso dijo, refiriéndose a la Oriol: "Y de una mujer que alaba los cojones de los hombres, pasamos a otra mujer a la que no le importa tocarlos, dicho metafóricamente, claro".

Mañana seguiremos hablando de Giuseppe Di Stefano.  

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