La escritora Louise Doughty |
El paradigma de este tipo de literatura ha sido siempre la novela policíaca, aunque ahora nos da por llamarla thriller. El último grito es el thriller psicológico, que parece referirse a un thriller en el que no hay cadáver (y si lo hay es poco importante) y lo que estremece en realidad es la aberrante mentalidad de los personajes o tal vez del autor. Así se califican las novelas de la escritora inglesa de etnia romaní Louise Doughty. Tiene dos libros traducidos a nuestro idioma, "Lo que más quieres" (Whatever You Love, 2010) y "En el momento equivocado (Apple Tree Yard, 2013)". Debo reconocer que ambos me han impresionado y no de la manera convencional, porque la habitual trama policíaca en estos relatos es casi secundaria. Lo que la autora quiere, y consigue, es profundizar hasta lo más hondo de dos mujeres enfrentadas a un suceso fortuito que cambiará sus vidas: una madre aturdida por un terrible dolor y un invencible deseo de venganza, en la primera novela, y una prestigiosa científica cuya vida ordenada escapa de pronto de su control y se ve abocada a consecuencias indeseables, en la segunda novela.
Como es habitual en autores extranjeros, si las novelas de prueba no tienen éxito comercial, no vuelven a traducirse más libros suyos.
... … la idea que me asalta inicialmente, es conexa con el concepto “evasión”. Habita en él, una certeza indudable; es un marginarse de un lugar, en un tiempo y circunstancias determinados, específicos. Hoy, -mundo actual-, casi pudiera afirmarse, que el día a día, gravita en torno a una reiterada fuga, huida o escape.
ResponderEliminarY ¿qué fuerzas inexplicables nos conducen o inducen, a abordar esos planos? Son los tiempos que vivimos, marcados por las urgencias de todo tipo; por carencias y orfandades; por estar impregnados de la angustia derivada de la impotencia para superar las limitaciones con las que nos tenemos que ver a cada paso. Por la desazón e imposibilidad, que nos produce la certeza de sentirnos inferiores para alcanzar el ideal de competir, y ser los primeros, sabiendo que invariablemente, hay otros que llegan, que están primero que nosotros.
Competir, es el matiz o pátina que cubre todos los estadios de este ciclo de tiempo. Allí nacen la angustia; la frustración; las neurosis, como todos los vacíos que se oponen para lograr por lo menos parte, algo de felicidad a la que aspira y con la que sueña el ser humano.
Ante ese contexto absurdo, acudimos a la evasión, a la válvula de escape, a la distracción. Y es aquí, en este punto, donde encaja -mi apreciación personal respetando la de otro- la postura de Louise Doughty. “…La huida de la desagradable realidad …”, a la que refieres.
Y ese escape lo reviste, trajeándolo con su imaginería, en que se concitan miedos y terrores; sexo y violencia; frenos de tipo moral o limitantes de cualquier índole, para conformar a semejanza de una pintura, el cuadro de su novela.
Sí, de cuando en vez, o de vez en cuando, ……. es agradable evadirse …