viernes, 27 de febrero de 2015
Nuevos diálogos de besugos
- Lo he
decidido. Vamos a formar un partido político nuevo.
-
¿Ahora? Pero si ya hay dos nuevos que están triunfando.
-
Precisamente. Hay que aprovechar la crisis de los partidos clásicos y ofrecer
una novedad. A los ciudadanos les gusta lo novedoso, tener opciones para
elegir, y si tienen tres, mejor que dos.
Además es un buen terreno para invertir antes de que se le ocurra a más gente.
- ¿Y
qué ideología tendría el partido?
- Un
poco de todo. Ahora es lo que se lleva. Lo de izquierda y derecha ya no mola
nada. Yo había pensado en un partido socialautócrata, anarcoliberal,
lerrouxista y de las J.O.N.S.
- Lo
último suena un poco trasnochado.
- Sí,
bueno, se puede cambiar. Pero eso es la ideología, que no se la cree casi
nadie, lo que importa es el nombre del partido y el programa electoral. Eso es
lo que vende.
- ¿Ya
has pensado en el programa electoral?
- Sí,
claro. Tiene que ser atractivo para las multitudes. El mejor referente es la
publicidad, algo así como los anuncios de la tele. Slogans como:
"¡Libertad a precio de saldo!" o "¿Hay corrupción en su
municipio? ¡Nosotros tenemos la solución!". ¿Qué te parece?
- No
sé. Parece un poco superficial.
- Ya,
pero es que, con la que está cayendo, los votantes no están para profundidades.
La gente quiere que le den soluciones fáciles, quiere votar con la misma confianza
que tiene en su detergente o en su dentífrico.
-
Hombre, lo que quieren es salir de la pobreza y acabar con el paro.
- Por
supuesto, eso también hay que prometerlo como hacen todos los partidos,
faltaría más. Pero tenemos que hacerlo de una forma diferente. Ese será nuestro
proyecto estrella: ¡venderemos puestos de trabajo!
- ¿Qué?
¿Te has vuelto loco?
- No,
qué va. Mira, hablamos con los empresarios para que pongan a la venta sus
empleos. Entonces el trabajador comprará el empleo, a plazos, claro, y todos
los meses el empresario le descontará del sueldo una cantidad hasta que
amortice el puesto de trabajo. Entonces el trabajador será poseedor de un
empleo indefinido. ¿Qué te parece?
- No sé
qué decirte. ¿Y la financiación? Porque
entre los cuatro que somos...
- Un
sponsor. Como en los equipos de futbol. En los mítines, en televisión, en las
redes sociales todos los afiliados aparecemos con una camiseta que anuncie algo
como Nike, Flan Duhl, Quatar o lo que
nos salga. Y antes o en medio metemos un spot publicitario de la marca. ¿Qué te
parece?
- Un
disparate, pero a lo mejor funciona. ¿Cómo se va a llamar el partido?
-
Todavía no lo sé. Ese es un punto difícil, porque lo de las siglas ya está muy
visto: PP, UP y D, PSOE, etc. Y lo de los verbos está muy cogido: Podemos,
Ganemos...
- ¿Qué
tal Follemos? Eso le gusta a todo el mundo.
- ¡Hala!
Eso es demasiado directo, hay que ser más sutil, hombre. Un nombre en la línea
de Ciudadanos no estaría mal. Algo como Habitantes o Individuos... pero no
acaba de gustarme.
-
Podría llamarse Españoles todos, que le gustaba mucho a Franco.
- Sí
hombre, lo que nos faltaba. Bueno ya se verá, lo que importa es el contenido.
- ¿Y somos
o no somos casta?
- Ya he
pensado en eso. Ni una cosa ni otra ¡Vamos a ser castizos!
-
Joder, qué bien. Eso triunfa seguro.
- Pues
ya está. Espera que me llaman por teléfono... ¿Diga? ¿Quién? ¿Polkafone? Oiga,
¿a ustedes les interesaría patrocinar un partido político?¿Oiga? ¿Oiga? Vaya,
han colgado.
- Lástima,
a lo mejor te regalaban un teléfono.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)