miércoles, 26 de marzo de 2014

Lazos 2


Epílogo

Los griegos inventaban mitos para explicar lo que no tenía explicación. No hemos dejado de hacerlo. Ha muerto un presidente y ya es un mito. Lo era antes de morir porque ya no estaba en esta vida y no podía volver. Las personas que no existen, las que no vuelven,  ya no son una amenaza para nadie, se convierten en un objeto de culto inerte, como La Gioconda o el David de Miguel Ángel. Ha muerto un presidente y ya es un mito, y también un símbolo, un icono. ¿Qué explica este mito? Explica o trata de explicar que lo que ocurrió en nuestro país hace años fue bueno; despierta esperanzas desvanecidas, idealismos frágiles, ingenuos asombros. Él lo hizo y por eso es un símbolo. No nos importa cómo sucedieron las cosas en realidad sino cómo queremos recordarlas. La leyenda  nos es más grata que la historia, porque la historia siempre miente. Alejémonos de la hipocresía post mortem y mantengamos el mito.