En la insoportable frialdad de los tiempos, cuando el viento sur ha amainado y las gacelas se humillan, ahora que la negra noche nos invade y cierne nuestros recuerdos desconsolados e inútiles, acuérdate de los besos, de aquel primer beso iniciático que disolvió tus temores y te enseñó a seguir viviendo.
Hoy tengo un día de querer a la gente. Me refiero a una forma especial de querer. Todos los días queremos a determinada gente de manera rutinaria y su recuerdo suele ser amable; también de manera rutinaria hay personas a las que no queremos nada y otras que nos son indiferentes. Esto es lo normal, y esa diversidad de afectos no afecta nuestra vida diaria. Pero un día te levantas y súbitamente te asalta el recuerdo de una persona y de pronto sientes un estremecimiento en el corazón. Entonces comprendes cuánto querías a esa persona o cuánto la sigues queriendo. Y da igual cuándo la hayas visto por última vez, ayer o hace años, o que ya no exista. Lo importante es la certeza que te invade de que has querido con intensidad, con ternura, al menos una vez en tu vida. Entonces sonríes o cierras los ojos y compruebas que la rutina del día se ha vuelto más amable.
PUNTO NEMO
Ayer descubrí el lugar más solitario del mundo. Se llama “polo de inaccesibilidad del Pacífico” y es el lugar del océano más alejado de cualquier tierra firme, aproximadamente a 2688 kilómetros de la Antártida y de varias pequeñas islas oceánicas. El fondo del océano situado en dicho punto se encuentra a unos 3700 metros de profundidad. En ese lugar no existe absolutamente nada, ¿se imaginan?, no hay pandemia, ni tertulianos, ni políticos, ni Sonsoles. ¡Los humanos más cercanos están en la Estación Espacial, que solo está a 400 kilómetros de altura! Este lugar es aún más solitario que aquellos golfos del estrecho de Magallanes, descritos por Julio Cortázar, “en los que no entraba nadie nunca”.
Jubilosamente, algunos científicos, lo han bautizado con el nombre de PUNTO NEMO, mucho más poético que el nombre real, quizás imaginando que allí estuvo La Isla Misteriosa, antes de hundirse para siempre en el océano junto con el Capitán Nemo, después de haber liberado al ingeniero Ciro Smith y sus compañeros. Pero no es esta la única referencia épica del Punto Nemo. Entre esas pequeñas islas oceánicas a la misma distancia que la Antártida está la Isla Pitcairn. ¿Recuerdan esta isla? A ella arribaron los dieciocho amotinados de la Bounty el 15 de enero de 1790, dirigidos por el teniente Fletcher Christian, y allí vivieron ellos y sus descendientes hasta la actualidad.
En el verano de 1997, las autoridades marítimas de Estados Unidos detectaron en varias ocasiones un sonido de ultra-baja frecuencia y de origen desconocido en el Punto Nemo. En 2002, concluyeron que esos sonidos fueron producidos por icebergs raspando el fondo oceánico. Hum.
Bulo: Noticia falsa propalada con algún fin.
Bular: Sellar o marcar con hierro encendido a un esclavo o a un reo.
Bulimia: Síndrome de deseo compulsivo de comer, con provocación de vómitos y consecuencias patológicas.
Bulero: Funcionario comisionado para distribuir las bulas de la santa cruzada y recaudar el producto de la limosna que daban los fieles.
Boludo: Necio o estúpido.
Bolero: "Disen que la distansia es el olvidooo"
La belleza es azul, la mirada es azul, las lágrimas son azules, los besos son azules, tú eres azul.
Buscamos el azul en las palabras, en el sueño, en el aire.
El azul embriaga los sentidos, se diluye en la esperanza, camina a nuestro lado en los días que permanecen,
en días aún por recorrer o en días inventados.
¿Por qué te has alejado tanto?
Para no oír lo que todos los días me envenena.
¿Qué quieres oír?
Cualquier cosa, palabras, música, el vuelo de las palomas.
¿Qué te afrenta?
La estupidez colectiva, la codicia.
¿Hay algo bueno en el mundo?
No lo sé, prefiero buscarlo.
¿Y si no lo encuentras?
No se trata de encontrar sino de buscar.
¿Te volveré a ver?
Siempre se vuelve para comenzar de nuevo.
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