Mira,
yo no soy quién para decir cómo escribe nadie, ni lo que pretende empleando
esas palabras, que tal vez han sido pensadas muchas horas o han brotado de
pronto como una queja o un sentimiento; solo sé que, de tarde en tarde, me
asalta una escritura inesperada que es como un regalo, un comienzo diferente
del día que empieza, y siempre la lectura de esas palabras me sabe a poco,
porque quisiera que quien escribe lo siguiera haciendo, que continuara
esparciendo una voz distinta que cuenta cosas, o no cuenta nada, qué más da; aunque
sé que me equivoco, porque no se puede alargar un poema que es como es, cerrado
en sí mismo, aunque sea imperfecto, ni tampoco se pueden alargar más las
palabras porque ya serían otras y tendrían otra música; pero qué bien que esto
ocurra, aunque sea de tarde en tarde, que haya alguien que rompa la monotonía
diaria de lo que se escribe, de lo que leemos cada mañana, y uno pueda esperar que
ese momento especial se repita cualquier día.
Cada día, cuando abro tu blog, son tus palabras las que espero que se repitan, con una bella marina y una suave melodía. ¡Se nota que soy fan!
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