Es infrecuente que esto ocurra, ya que en la
adaptación al cine de muchos libros es necesario suprimir secuencias,
personajes, reflexiones, etc, dada la limitación temporal del metraje. En
ocasiones el guionista renuncia a comprimir el texto original y se inventa algo
diferente, vagamente relacionado con el libro, y el resultado puede ser una
película buena o mala, pero en todo caso no comparable con la novela. Sin
embargo, en la película El Lector -quizás porque la novela no es muy larga-, se
conservan muy bien el espíritu y la trama del libro, y los actores se
identifican totalmente con los personajes. El guionista David Hare hizo un buen
trabajo
Schlink, que es juez de profesión, después de El
Lector escribió El Regreso, su mejor libro en mi opinión. En ambos relatos (en
toda su obra, en realidad) está latente un asunto apasionante: el pasado nazi de los alemanes que
nacieron después de la guerra. En las dos novelas hay referencias a La Odisea, una obra que Schlink debe tener en gran estima, sobre
todo en El Regreso -el título ya es un indicio-, un relato que se construye sobre
el armazón de la epopeya homérica.
Muy buena película. Siempre me ha sorprendido que los alemanes pasaran página con aparente facilidad. Leyendo el libro, y con su adaptación al cine, te das cuenta que no les resultó tan sencillo.
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