miércoles, 18 de octubre de 2023

REFLEXIONES IRREFLEXIVAS (Arte: André Derain)


 EL BLOG

Uno comienza un blog escribiendo para sí mismo, se asoma a una ventana desconocida sin saber si alguien leerá lo escrito y escribe lo primero que se le ocurre. Poco a poco  se empiezan a recibir comentarios más o menos benévolos, algunas personas se declaran seguidores, otras comparten tus entradas en alguna red social o te invitan a seguir sus propios blogs. Entonces, para justificar los elogios que recibe con cierto rubor,  uno empieza a pensar que lo que escribe tiene cierta relevancia, lo cual es un estímulo para seguir, sin advertir que ha caído en una trampa: de pronto comprueba que  está atrapado en la red (nunca mejor dicho) de las redes sociales, fenómeno cultural que ofrece mucho pero también exige. En ese momento, al menos en mi caso, el blog pierde espontaneidad y uno se ve envuelto en una hoguera de vanidades a las que uno debe hacer frente lo mejor que puede. Esta es solo mi experiencia, diferente supongo a la de otras personas. Creo que en internet hay que pagar la novatada: primero deslumbrarse, luego sentir  como crece tu vanidad y por último- en mi caso, repito- desengañarse y comprobar cuánto hay de parafernalia en estos temas.



LIBROS NO LEÍDOS

Unos libros se compran para leerlos y otros no. Estos últimos reposan en algún rincón de tu biblioteca esperando que tú los leas, o alguien los lea o al menos se fije en el título que figura en el lomo y haga un comentario. Hay quien abandona los libros una vez leídos, los presta o simplemente los olvida. Otros los guardan porque pueden volver a ser leídos, y si no se vuelven a leer no importa porque han sido testigos de algo o evocan un recuerdo y se han ganado el derecho a permanecer. Los libros que se compran y no se leen de inmediato pueden leerse más tarde, en otro momento, en años venideros, o nunca, y es como si esos libros conservaran la virginidad porque nadie los ha abierto. A ellos no les importa, forman parte de bibliotecas y le dan calor a otros libros leídos y se comunican entre ellos. Uno los acaricia de vez en cuando y se emociona un poco y dice no me acordaba de que tengo este libro, lo tengo que leer, aunque luego se le olvide y siga siendo un libro no leído. Yo creo que las bibliotecas tienen parte de culpa porque a veces los esconden. A quién no le ha pasado que busca un libro y no lo encuentra y dice ¡pero si lo puse aquí! Para mí los libros no leídos son tan importantes como los otros porque siempre son una esperanza, un incentivo, algo por descubrir. 



El viernes es un día inestable, apresurado. Comunica una cierta inquietud por algo que va a ocurrir. No sabemos si es la proximidad del sábado o el abandono del jueves, o ambas cosas a la vez. En cualquier caso, cualquier color es viernes.



INFINITOS UNIVERSOS

Parece que los cosmólogos vuelven a hablar del Multiverso, que es como hablar de Dios pues ambas ideas son indemostrables. Imaginar que nuestro universo no es único, que hay otros universos inalcanzables que supuestamente se originaron de manera similar al nuestro, no resuelve nada en realidad: solo es elevar un tramo más el límite de lo desconocido. Si el universo en que vivimos continúa siendo un misterio, proponer la existencia de una multiplicidad de universos solo supone una huida hacia delante. Más que una hipótesis científica es un problema filosófico porque nos enfrenta con una nueva nada y un nuevo infinito, dos conceptos que nuestra mente no parece estar capacitada para procesar. La aproximación de los físicos es matemática: si las ecuaciones dan resultados coherentes, es que los infinitos universos pueden existir. Este es el mantra que los científicos repiten una y otra vez: solo existe lo que puede ser demostrado matemáticamente. Pero nadie se pregunta qué ocurre cuando las ecuaciones fracasan.