He leído de
manera sucesiva, aunque sin intención, dos novelas que se desarrollan en Israel
y que, de manera inevitable, tienen como música de fondo el conflicto palestino
israelí. La primera narración, "El Atentado", está escrita por un árabe,
un ex-militar argelino que firmaba sus libros con un pseudónimo femenino, Yasmina
Khadra, por miedo a la censura. El autor de la segunda novela, "El
Amante", Abraham Yehoshua es judío. Estos escritores tienen en común su
rechazo de la violencia, la idea de que el conflicto entre árabes y hebreos
debe terminar y que ambos pueblos pueden convivir en paz. Pero ni siquiera en
sus libros logran formalizar esa utopía.
En la novela de
Yehoshua, los personajes árabes que viven en territorio israelí, son tratados
con respeto, con afecto incluso, pero es imposible no percibir un sentimiento
de condescendencia hacia ellos: son buenos, amistosos, trabajadores, pero irremediablemente
inferiores. El libro de Khadra cuenta la historia de un médico árabe, integrado
en Israel, cuya esposa se inmola en un atentado suicida. El autor, a través de
sus personajes, desaprueba esa violencia, pero no puede evitar transmitir una
justificación subliminal del atentado. Es triste, pero erradicar ese antagonismo
geográfico, consecuencia de decisiones políticas equivocadas, parece imposible
incluso en la ficción.
Para
contrarrestar el posible pesimismo que inspiran estos temas, les propongo
escuchar la música de Ludovico Einaudi, un compositor italiano actual al que no
le importa definirse como minimalista.
De Yehoshua he leído casi todo, muy bueno La novia liberada. Está genial que vayas incluyendo libros y comentarios.
ResponderEliminarTe recomiendo de Franz Werfel, Los 40 días de Musa Dagh. Era el libro que se leía en el ghetto de Varsovia, la resistencia frente a la opresión.
Gracias por la recomendación. Lo buscaré.
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